"Tratar con el inconsciente colectivo requiere un ego consciente sólido y una adecuada adaptación a la realidad". Toni Wolff
Carl Gustav Jung ha escrito:
"Uso el término individuación para significar el proceso por el cual una persona se convierte en un "in-dividual" en término psicológico.
Se asume generalmente que el estado de ser consciente es la totalidad del individuo psicológico. Pero el conocimiento del hecho, solo explicable hipotéticamente, de procesos psíquicos inconscientes, hace dudoso que el ego y sus contenidos sean de hecho idénticos a la totalidad.
Si los procesos del inconsciente existen de alguna manera, seguramente deben pertenecer a la totalidad del individuo aunque no sean componentes del ego consciente. Si fueran parte del ego deberían ser necesariamente conscientes porque todo aquello que está directamente relacionado con el ego es consciente. El estado de ser consciente puede incluso igualarse con la relación entre el ego y los contenidos psíquicos. Pero los hechos inconscientes están tan poco relacionados con el ego que mucha gente no duda en negar sin reservas su existencia. Sin embargo, ellos se manifiestan en la conducta del individuo: un observador atento puede detectarlos sin dificultad mientras que la persona observada sigue sin darse cuenta que está revelando sus más secretos pensamientos incluso cosas que no ha pensado conscientemente. De todas maneras es un gran prejuicio suponer que algo que nunca hemos pensado conscientemente no está en la psíque. Hay abundante evidencia que muestra que la consciencia está muy lejos de abarcar la psíque en su totalidad. Muchas cosas ocurren en la penumbra, y muchas otras más permanecen enteramente inconscientes. A través de la investigación del fenómeno de la personalidad dual o múltiple por ejemplo, se ha traido a la luz un montón de material con observaciones que prueban este punto. (Quisiera referir al lector a los escritos de Pierre Janet, Théodore Flournoy, Morton Prince y otros).
La importancia de estos hechos impresionaron mucho a la psicología médica, porque produjeron el surgimiento de toda suerte de síntomas psíquicos y psicológicos. En esas circunstancias, asumir que el ego expresa la totalidad de la psíque se ha vuelto insostenible. Al contrario, es evidente que la totalidad debe necesariamente incluir no solo la consciencia sino también el campo ilimitado de los hechos inconscientes y que el ego no puede ser más el centro del campo de la consciencia.
Naturalmente Usted preguntará si también el inconsciente posée un centro. Quisiera solo aventurarme en asumir que hay en el inconsciente un principio predominante análogo al ego. De hecho todo apunta a lo contrario. Si hubiere tal centro casi pudieramos esperar signos ajustados de su existencia. Los casos de personalidad dual serían entonces ocurrencias frecuentes en vez de raras curiosidades. Como norma, los fenómenos inconscientes se manifiestan claramente en forma caótica y asistemática. Los sueños oníricos, por ejemplo, no muestran un orden aparente ni una tendencia a la sistematización, lo que tendrían que hacer si hubiera una consciencia personal detrás de ellos ...
Sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que justo cuando la consciencia nace del inconsciente el eje ego-centro también cristaliza fuera de la oscura profundidad en la que estaba de alguna manera contenido en potencia. Así como la madre humana solo puede producir un niño humano, cuya naturaleza profunda se encuentra durante su potencial existencia dentro de ella, en su seno, del mismo modo estamos prácticamente compelidos a creer que el inconsciente no puede ser una acumulación completamente caótica de instintos e imágenes. Debe haber algo que lo sostenga, lo mantenga junto y dé expresión a la totalidad. Posiblemente su centro no sea el ego, y esto, desde que el ego nació fuera de él a la consciencia, tratando de dar la espalda y rehuir al inconsciente lo más posible. ¿O puede ser que el inconsciente pierda su centro con el nacimiento del ego? En tal caso considerariamos al ego superior y a larga distancia del inconsciente en lo que a influencia e importancia se refiere: el inconsciente debería entonces seguir sumisamente los pasos de lo consciente y esto sería justo lo que deseamos.
Lamentablemente, los hechos muestran exactamente lo contrario: la consciencia sucumbe muy fácilmente a las influencias del inconsciente que son a menudo más verdaderas y sabias que nuestro pensamiento consciente. También sucede con frecuencia que los motivos del inconsciente anulen nuestras decisiones conscientes especialmente en asuntos de vital importancia. Ciertamente el destino del individuo es ampliamente dependiente de factores inconscientes. ...
Normalmente el inconsciente colabora con el consciente sin fricción o perturbación de tal suerte que uno no se da cuenta de su existencia. Pero cuando un individuo o un grupo social se desvía muy lejos de sus fundamentos instintivos, experimentan el impacto máximo de las fuerzas inconscientes. La colaboración del inconsciente es inteligente y con propósito, y aún cuando actúa en oposición a la consciencia, su expresión sigue siendo de forma inteligente y de compensación como si tratara de restablecer el equilibrio perdido.
Empezaré con una breve declaración: en el inconsciente de cada hombre está escondida una personalidad feminina y en la de toda mujer una personalidad masculina. He llamado esta figura el "anima" y su contraparte en una mujer el "animus". ... Otra no menos importante y definida figura es la "sombra". Como el anima, aparece la sombra o proyectada en personas apropiadas o personificada como tal en los sueños oníricos. ... Adicionalmente a esas figuras hay aún otras pocas, menos frecuentes y menos observables ... para nombrar dos de las más conocidas citamos por ejemplo la figura del "Viejo hombre sabio" y la del "héroe".
... Si ahora volvemos al problema de la individuación, nos veremos frente a una tarea extraordinaria. La psíque consiste en dos mitades incongruentes que juntas deberían formar una totalidad. Uno se inclina a pensar que el ego-consciencia es capaz de asimilar el inconsciente, por lo menos uno tiene la esperanza que tal solución sea posible ... mismo si uno puede formarse una imágen bastante completa del anima y del animus, esto no significa que se ha sondeado las profundidades del inconsciente ... Nuestro ego-consciencia Europeo esta inclinado a desconocer al inconsciente y si la factibilidad de este no pudiere ser probada, tratamos de suprimirlo. Pero si algo entendemos del inconsciente, sabemos que no puede ser obviado. También sabemos que es peligroso suprimirlo, porque el inconsciente es vida y esa vida se vuelve en contra nuestra si es suprimida tal como ocurre en la neurosis ... que es una desunión interior, una discordia intestina cuyo mecanismo principal es la disociación.
Consciente e inconsciente no forman una totalidad cuando uno de ellos es suprimido o lesionado por el otro. Si debe haber contienda deje por lo menos que sea un combate honesto con iguales derechos para ambas partes. Los dos son aspectos de la vida. La consciencia debe defender su razón y protegerse, y a la vida caótica del inconsciente se le debería también dar la oportunidad de tener su camino ─ tanto como sea posible. Esto implica a la vez conflicto abierto y colaboración abierta. Esto evidentemente, es el camino que la vida humana debería ser. Es el viejo juego del martillo y del yunque: entre los dos, el paciente hierro es forjado en una indestructible totalidad, un "in-dividual".
Esto es toscamente lo que entiendo por proceso de individuación. Como el nombre lo muestra, es un proceso o curso de desarrollo surgiendo del conflicto entre los dos hechos psíquicos fundamentales. He descrito los problemas de este conflicto, por lo menos en sus rasgos esenciales en mi ensayo "Las Relaciones entre el Ego y el Inconsciente". Sin embargo un capítulo especial es el simbolismo del proceso, que es de la mayor importancia para la comprehensión de los estadios finales del encuentro entre consciente e inconsciente tanto en la práctica como en la teoría. Mis investigaciones durante estos últimos años se han dedicado a este tema. Resultó, para mi gran asombro, que la formación del símbolo tiene afinidades estrechas y paralelos significativos con las ideas alquímicas, especialmente con la concepción del "símbolo unificador" (anteriormente llamado símbolo reconciliador).
..." Símbolo concebido como viviente, percibido como totalidad o sea que trasciende la consciencia, que traduce un fragmento esencial del inconsciente y más este fragmento es esparcido, más general es también el efecto del símbolo, ya que hace vibrar en cada quien la fibra común. ...Símbolo que detiene la regresión de la libido en el inconsciente" ...
De que manera la armonización de los datos del consciente y del inconsciente debe ser asumida: esto no puede ser indicado como si fuera un récipe. Es un proceso de vida irracional, que en definitivas se expresa en símbolos definidos.... El conocimiento de los símbolos es indispensable porque es en ellos que la unión de los contenidos del consciente y del inconsiente es consumada. Al margen de esta unión emergen nuevas situaciones y nuevas actitudes conscientes. Por consiguiente he llamado la unión de los opuestos y el paso a las nuevas actitudes que resultan , "la función trascendente". Este "traer" a la personalidad dentro de la totalidad bien pudiera ser la meta de cualquier psicoterapia que aspire ser más que la mera cura de síntomas. La individuación coincide con el proceso de desarrollo del consciente que sale de su estado primitivo de identidad inconsciente, una ampliación de la esfera del consciente y de la vida psicológica consciente, por lo tanto es un proceso de diferenciación cuya meta es el desarrollo de la personalidad individual".
En lo que se refiere al "símbolo unificador" Jung dice en el texto "A propósito del símbolismo del mandala" :
...El objetivo de la contemplación de los procesos descritos en el mandala es ... volverse privadamente consciente de la divinidad ... Como he dicho, mandala significa círculo. Hay innumerables variantes de los motivos de los mandalas pero todos estan basados en la cuadratura del círculo. Su motivo básico es la premonición de un centro de la personalidad, una especie de punto central en lo interno de la psíque al cual todas las cosas estan conectadas, por la cual todas las cosas estan ordenadas y que es en sí mismo una fuente de energía. La energía del punto central se manifiesta en la casi irresistible compulsión y urgencia de "volver a ser lo que uno es" precisamente como cada organismo es urgido en asumir la forma que es característica de su naturaleza sean lo que sean las circunstancias. Este centro no es sentido o pensado como el ego sino, y si es que uno lo puede expresar así, como el Sí (Das Selbst). Aunque el centro es representado por el punto más recondito, está rodeado por una periferia que contiene todo lo que pertenece al Sí ─ los pares de opuestos que constituyen la personalidad. Esta totalidad primero que todo, incluye la consciencia, luego el inconsciente personal, y finalmente un largo e indefinido segmento del inconsciente colectivo cuyos arquetipos son comunes a toda la humanidad".
Marie Louise Von Franz escribió:
"Jung asemeja el retiro de las proyecciones al proceso de individuación propiamente dicho: constituyen una sola y misma cosa. Por este hecho la energía psíquica de esos contenidos antes proyectados refluye hacia el centro interior de la personalidad reforzando su vitalidad y su intensidad existencial. Ello corresponde al acto de reflexión que permite a lo esencial, a la naturaleza espiritual hasta ahora disimulada en el seno del instinto, revelarse. Y esto, debido a que solo la reflexión, el recogimiento y el conocimiento de sí permiten poner fin a las proyecciones de los contenidos inconscientes y a los enredos que suscitan. El camino hacia el Sí es restauración a un estado original, a su puesto primitivo, una renovación de la pureza, ya que el Sí posée las caracteristicas de la incorruptibilidad, de "eternidad" gracias a su preexistencia inconsciente que precede a la consciencia.
En este proceso de retiro de las proyecciones, primero viene la integración de la sombra, luego la de las potencias interiores del otro sexo, y enfin la experiencia del Sí.
La "sombra" es un nombre colectivo que reune las características muy diversas de la personalidad, del ego, que han sido reprimidas por la educación o la aversión personal; en nuestra cultura esas características son muy a menudo consideradas como inferiores, primitivas o malas.
El anima en el hombre comprende los componentes femininos tanto positivos como negativos que son generalmente reprimidos. En su aspecto positivo, el anima es intuición feminina o sensibilidad, y también el sentimiento, el eros, la incitación a la creatividad, el amor de la naturaleza, la aceptación de lo irracional. En su aspecto negativo, irritabilidad, juicios subjetivos, tendencia a quejarse, hipocondría, sentimentalidad etc...
El animus en la mujer se manifiesta positivamente en el espíritu de iniciativa, la profundidad del pensamiento, la constancia, la valentía, el sentido de la verdad religiosa. Se expresa negativamente bajo forma de opiniones tajantes e intransigentes, de brutalidad, de conductas masculinas etc...
El Sí es, esencial y sencillamente lo superior último, es sentido como la revelación "del significado de la vida", el centro interior divino del alma, la "paz interior" más allá de los conflictos, la experiencia vivida de la verdad interior absoluta, es decir el acceso a la última causa de su ser. En lo más interno de su psíque hay en el ser humano una apertura en donde algo eterno puede fluir, siempre imprevisible y siempre nuevamente conmovedor cuando ello se produce.
La individuación es un advenir del Sí (Selbstwerdung).
El proceso de individuación excluye toda imitación de otros individuos: los hombres buscan copiar por su actitud mecánica y exterior la experiencia de los que considera sus grandes maestros espirituales ... y petrifican su alma en este formalismo barato. El Sí es un espejo , un punto de referencia, un punto de Arquímedes, situado fuera de la consciencia de nuestro ego, una visión de nosotros mismos que no podriamos obtener directamente. Es por esto que la mirada arrojada en el espejo tendido por el Sí es la sola y única fuente de real conocimiento de sí. Todo lo demás no es más que reflexión narcisista del ego sobre el ego.
La individuación no excluye al mundo, lo incluye. Por un lado tenemos el proceso de unificación interior de la personalidad en el curso del proceso de individuación ; por el otro esta el proceso bien particular que acompaña siempre la individuación personal: se trata de relacionarse con algunos de nuestros prójimos. Este relacionarse no se hace a partir del ego sino a partir del centro interior trascendente que es el Sí. En el trabajo psicológico se constata a menudo que una vez realizado el retiro de las proyecciones que enceguecen y en las cuales esta enredado el hombre con las personas de su entorno humano, resulta en la mayoría de los casos no un fin de su relación con esas personas sino que por el contrario esa conexión se profundiza y se hace más veraz porque ella, ahora, ya no descansa más sobre las aspiraciones e ilusiones del ego, sino que se funda sobre el sentimiento de estar en relación uno al otro a través de una instancia objetiva absoluta. Esto significa que es por el Sí que son entabladas las relaciones con los otros y que es Él quien regula ajustadamente la proximidad y la distancia justa de esos lazos. Se podría calificar esto como la "función social del Sí ". Cada quien reúne a su alrededor su propia "familia del alma" un grupo de personas que no esta unida ni por el azar ni por motivos puramente egoticos, sino que obedece a un propósito espiritual más profundo y esencial que es la individuación mutua. Mientras que las relaciones fundadas sobre la proyección estan teñidas por la fascinación y la dependencia mágica. La dependencia afectiva común, contiene siempre alguna parte de proyección que se trata de retirar para el logro de sí mismo y de la objetividad. El conocimiento objetivo se sitúa más allá de los enredos afectivos y parece ser el misterio central. En este ámbito del Sí se encuentran todos aquellos a quienes pertenecemos y conmovemos el corazón y en donde "no hay diferencia, justo una presencia inmediata". No hay en la persona particular, proceso de individuación posible que no tenga al mismo tiempo por efecto lazos de esta naturaleza con el otro".
Carl Gustav Jung , Marie Louise Von Franz
Todas las Tradiciones religiosas tienen un símbolo unificador, un punto central de referencia interno. En el Judaismo parece ser la roca de Moriyá sobre la que estaba construido el Templo de Jerusalem el cual simboliza y constituye el punto de encuentro del cielo y la tierra, la elevación espiritual y la transfiguración de la materia. Símbolo viviente que une al Pueblo Hebreo y que se refiere principalmente a la vivencia interna y privada del hombre urgido de cerrar la brecha y cicatrizar la fractura.
21/9/14
1/1/14
La Piedra de Fundación
C.G.Jung dijo "en tanto que el Sí es inconsciente, corresponde al superyó de Freud (internalización de las normas y prohibiciones parentales ...) y constituye una fuente de conflictos morales constantes. Pero si se ha retirado las proyecciones, es decir, si no es la opinión de los otros, el hombre sabe que es su propio sí y su propio no. Entonces el Sí actúa como una unio oppositorum y constituye ahí la experiencia más inmediata de la divinidad que la psicología pueda en definitiva posesionar. Para evitar malentendidos, debo recalcar aquí que solo hablo de la experiencia personal y no de los misterios que constituyen la base de la creencia religiosa.
Es decir, se trata de una noción psicológica experimental y no de una idea filosófica como por ejemplo "la cosa en sí" (Ding an Sich) que según Kant es un concepto pensable pero que, por su uso, nada de su esencia es verdaderamente conocido.
Mientras el Sí no es re-ligado a la consciencia, su capacidad de individuación permanece virtual: nace verdaderamente cuando pasa del estado potencial al actual por la llegada a la consciencia de contenidos inconscientes, con lo que se produce un re-centrar de la personalidad: el centro de la personalidad no coincidirá más con el ego, sino que será figurado por un punto a medio camino entre el consciente y el inconsciente. Este punto será el Centro de gravedad de un nuevo equilibrio el cual confiere a la personalidad un nuevo fundamento.
El Sí existe antes y desde el comienzo en forma latente es decir inconsciente. Designa la totalidad de la psique porque abarca la psique consciente y la psique inconsciente. Constituye una entidad sobre-ordenada al ego. No soy yo quien me creo a mí mismo: sucedo más bien a mí mismo. Esta subordinación o sacrificio del ego la encontramos simbolizada en todas las Tradiciones religiosas. Subordinación a una instancia interna situada por encima del egoísmo. Esta instancia es el principio de la individuación o Sí que aparece en el acto del sacrificio porque constriñe desde el interno propio al ego a la subordinación. De aquí el tema del Sacrificio asociado al tema de la Piedra.
"Y dijo El: toma a tu hijo único, el que tu amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moriyá y ofrécelo ahí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré". Génesis 22:2
Una leyenda talmúdica expresa la manera en que este sacrificio es sentido:
"Y yo, clamó Abraham, he jurado no bajar del Altar antes de que Tú me hayas escuchado: cuando Tú me has ordenado inmolar a Isaac mi hijo, tú has pecado contra ésta palabra: "porqué en Isaac será llamada tu simiente" Genésis 21:12. Pero me he callado. Ahora, si sucede que mis descendientes pecan en contra de Tí y los vas a castigar, recuerda: Tú tampoco estás sin falta: otorga a ellos perdón. Pues bien respondió el Señor ya que hay ahí un carnero atrapado en los arbustos detrás de tí, sacrificalo en lugar de tu hijo Isaac. Y si sucede que tus descendientes sean culpables y que en el primer día del año me siento para juzgarlos, entonces soplarán en el cuerno de un carnero para que me acuerde de tus palabras y les conceda gracia".
El Templo fue construido en Jerusalem sobre el Monte Moriyá ... "He aquí que yo pongo en Tziyón por cimiento una piedra, piedra de fortaleza, angular preciosa, de firme asiento; y aún el creyente no se precipitará". Isaias 28:16
La Piedra significa la firmeza y la estabilidad en el propio Ser en la que se debe perseverar y de la cual no debe uno apartarse. El que posee ésta Piedra no puede ser "disgregado" por las influencias colectivas o los problemas interiores, de aquí nace el sentimiento que ella constituye una parte del hombre que puede sobrevivir a todo.
La producción de ésta Piedra implica en primer lugar:
El encuentro con la propia sombra : las ilusiones sobre uno mismo y el mundo se derrumban, los ideales se revelan como deseos de poder camuflados, las convicciones sagradas aparecen huecas. El ego se siente despojado de todo su poder ilusorio y confrontado con la potencia obscura y confusa del inconsciente hasta que todas las obscuridades se han vuelto conscientes, todas las partes autónomas de la personalidad (complejos autónomos) sean reconocidos y moralmente sujetados.
Sigue luego la integración del componente interior del otro sexo: del conjunto hereditario inconsciente de todas las impresiones y experiencias del linaje ancestral en relación al ser femenino en el hombre y masculino en la mujer. Se trata en definitiva de una unión interior de éstos componentes de la personalidad en uno mismo como experiencia interior no proyectada, que apunta a la unificación de los opuestos internos en el Sí. Un proceso hacia la consolidación interior del individuo y a la diferenciación de su capacidad de relación con el otro, que consiste esencialmente en una observación del justo medio, de una sabia regulación del fuego: un fuego excesivo destruye, un fuego insuficiente enfría.
Por ésta razón el Sí es un "espejo" que refleja la consciencia subjetiva y la vuelve visible. Así como una "puerta" a la que uno "llama" se abre, o un "camino" se revela al que busca, así un proceso de toma de consciencia y una evolución hacia la unidad y la totalidad empiezan para el que se refiere y se ata a su Centro interno (trascendental).
"Y habrá allí una calzada y camino que será llamado camino santo. No lo transitará el impuro. Será reservado a ellos y los que anduvieren este camino, aun los torpes, no se extraviarán". Isaias 35:8
"Porque el Eterno ha elegido a Tziyón. La quiso para habitar ahí". "He aquí Mi reposo para siempre: ahí habito". Salmos 132 vers.13 y 14
Es decir, se trata de una noción psicológica experimental y no de una idea filosófica como por ejemplo "la cosa en sí" (Ding an Sich) que según Kant es un concepto pensable pero que, por su uso, nada de su esencia es verdaderamente conocido.
Mientras el Sí no es re-ligado a la consciencia, su capacidad de individuación permanece virtual: nace verdaderamente cuando pasa del estado potencial al actual por la llegada a la consciencia de contenidos inconscientes, con lo que se produce un re-centrar de la personalidad: el centro de la personalidad no coincidirá más con el ego, sino que será figurado por un punto a medio camino entre el consciente y el inconsciente. Este punto será el Centro de gravedad de un nuevo equilibrio el cual confiere a la personalidad un nuevo fundamento.
El Sí existe antes y desde el comienzo en forma latente es decir inconsciente. Designa la totalidad de la psique porque abarca la psique consciente y la psique inconsciente. Constituye una entidad sobre-ordenada al ego. No soy yo quien me creo a mí mismo: sucedo más bien a mí mismo. Esta subordinación o sacrificio del ego la encontramos simbolizada en todas las Tradiciones religiosas. Subordinación a una instancia interna situada por encima del egoísmo. Esta instancia es el principio de la individuación o Sí que aparece en el acto del sacrificio porque constriñe desde el interno propio al ego a la subordinación. De aquí el tema del Sacrificio asociado al tema de la Piedra.
"Y dijo El: toma a tu hijo único, el que tu amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moriyá y ofrécelo ahí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré". Génesis 22:2
Una leyenda talmúdica expresa la manera en que este sacrificio es sentido:
"Y yo, clamó Abraham, he jurado no bajar del Altar antes de que Tú me hayas escuchado: cuando Tú me has ordenado inmolar a Isaac mi hijo, tú has pecado contra ésta palabra: "porqué en Isaac será llamada tu simiente" Genésis 21:12. Pero me he callado. Ahora, si sucede que mis descendientes pecan en contra de Tí y los vas a castigar, recuerda: Tú tampoco estás sin falta: otorga a ellos perdón. Pues bien respondió el Señor ya que hay ahí un carnero atrapado en los arbustos detrás de tí, sacrificalo en lugar de tu hijo Isaac. Y si sucede que tus descendientes sean culpables y que en el primer día del año me siento para juzgarlos, entonces soplarán en el cuerno de un carnero para que me acuerde de tus palabras y les conceda gracia".
El Templo fue construido en Jerusalem sobre el Monte Moriyá ... "He aquí que yo pongo en Tziyón por cimiento una piedra, piedra de fortaleza, angular preciosa, de firme asiento; y aún el creyente no se precipitará". Isaias 28:16
La Piedra significa la firmeza y la estabilidad en el propio Ser en la que se debe perseverar y de la cual no debe uno apartarse. El que posee ésta Piedra no puede ser "disgregado" por las influencias colectivas o los problemas interiores, de aquí nace el sentimiento que ella constituye una parte del hombre que puede sobrevivir a todo.
La producción de ésta Piedra implica en primer lugar:
El encuentro con la propia sombra : las ilusiones sobre uno mismo y el mundo se derrumban, los ideales se revelan como deseos de poder camuflados, las convicciones sagradas aparecen huecas. El ego se siente despojado de todo su poder ilusorio y confrontado con la potencia obscura y confusa del inconsciente hasta que todas las obscuridades se han vuelto conscientes, todas las partes autónomas de la personalidad (complejos autónomos) sean reconocidos y moralmente sujetados.
Sigue luego la integración del componente interior del otro sexo: del conjunto hereditario inconsciente de todas las impresiones y experiencias del linaje ancestral en relación al ser femenino en el hombre y masculino en la mujer. Se trata en definitiva de una unión interior de éstos componentes de la personalidad en uno mismo como experiencia interior no proyectada, que apunta a la unificación de los opuestos internos en el Sí. Un proceso hacia la consolidación interior del individuo y a la diferenciación de su capacidad de relación con el otro, que consiste esencialmente en una observación del justo medio, de una sabia regulación del fuego: un fuego excesivo destruye, un fuego insuficiente enfría.
Por ésta razón el Sí es un "espejo" que refleja la consciencia subjetiva y la vuelve visible. Así como una "puerta" a la que uno "llama" se abre, o un "camino" se revela al que busca, así un proceso de toma de consciencia y una evolución hacia la unidad y la totalidad empiezan para el que se refiere y se ata a su Centro interno (trascendental).
"Y habrá allí una calzada y camino que será llamado camino santo. No lo transitará el impuro. Será reservado a ellos y los que anduvieren este camino, aun los torpes, no se extraviarán". Isaias 35:8
"Porque el Eterno ha elegido a Tziyón. La quiso para habitar ahí". "He aquí Mi reposo para siempre: ahí habito". Salmos 132 vers.13 y 14
22/9/13
La Respiración
Por una parte, la reforma y el ordenamiento interno de uno mismo engendra automáticamente un cambio en nuestro entorno social. Al clarificar, sin engañarnos a nosotros mismos, las intenciones y los móviles que impulsan y originan nuestros actos, los eventos y los acontecimientos en nuestro ámbito de acción caerán y se producirán en forma justa y se pondrán correctamente en su lugar. Para el logro de este esclarecimiento un cerebro bien oxigenado es requisito indispensable.
La gran mayoría de las pautas de reacción que contribuyen a la conservación de la vida del cuerpo físico son instintivas: no tenemos control sobre ellas: salvo la respiración.
Generalmente respiramos inconscientemente, sin utilizar la plena capacidad pulmonar, lo que ocasiona una oxigenación deficiente de la sangre y consecuentemente un cerebro desnutrido. Pero si queremos, podemos imprimir un ritmo a la respiración. Respirar bien es igual a respirar en forma rítmica, acompasada. Necesitamos un cerebro bien nutrido, bien oxigenado, en su máxima capacidad y esto se obtiene cuando respiramos bien. Una buena respiración, es decir una respiración rítmica es requisito ineludible para serenarse, relajarse, concentrarse y abordar el ordenamiento interno.
Por otra parte, la mente es el caballero y la respiración es la montura (el caballo). El control de la respiración trae como consecuencia el control de la mente o sea impedir su divagación. Un ingeniero nunca haría calentar un caldero agujereado antes de haberlo hecho restañar perfectamente, pues sabe que el vapor se escaparía baldíamente, sin producir el resultado esperado. La regulación de la respiración es obtenida observando sus movimientos, del mismo modo si uno vigila la mente los pensamientos dejarán de elevarse. De aquí el aforismo que dice: "es victorioso en el combate aquel que escucha el galope de su caballo".
Control de la respiración es igual a control de la mente y viceversa. Los pensamientos y la respiración son dos aspectos diferentes de una misma corriente de la que ambos dependen: la Vida.
La Paz es el estado natural. La mente obstruye la paz inherente interior.
La gran mayoría de las pautas de reacción que contribuyen a la conservación de la vida del cuerpo físico son instintivas: no tenemos control sobre ellas: salvo la respiración.
Generalmente respiramos inconscientemente, sin utilizar la plena capacidad pulmonar, lo que ocasiona una oxigenación deficiente de la sangre y consecuentemente un cerebro desnutrido. Pero si queremos, podemos imprimir un ritmo a la respiración. Respirar bien es igual a respirar en forma rítmica, acompasada. Necesitamos un cerebro bien nutrido, bien oxigenado, en su máxima capacidad y esto se obtiene cuando respiramos bien. Una buena respiración, es decir una respiración rítmica es requisito ineludible para serenarse, relajarse, concentrarse y abordar el ordenamiento interno.
Por otra parte, la mente es el caballero y la respiración es la montura (el caballo). El control de la respiración trae como consecuencia el control de la mente o sea impedir su divagación. Un ingeniero nunca haría calentar un caldero agujereado antes de haberlo hecho restañar perfectamente, pues sabe que el vapor se escaparía baldíamente, sin producir el resultado esperado. La regulación de la respiración es obtenida observando sus movimientos, del mismo modo si uno vigila la mente los pensamientos dejarán de elevarse. De aquí el aforismo que dice: "es victorioso en el combate aquel que escucha el galope de su caballo".
Control de la respiración es igual a control de la mente y viceversa. Los pensamientos y la respiración son dos aspectos diferentes de una misma corriente de la que ambos dependen: la Vida.
La Paz es el estado natural. La mente obstruye la paz inherente interior.
4/5/13
Una visión de la Realidad
" ¿ Cual es la naturaleza de la Realidad ?
- La existencia sin comienzo ni fin, eterna.
- La existencia en todas partes, sin límites, infinita.
- La existencia sobre la cual descansan todas la formas, toda la materia y todo el espíritu. La variedad (los fenómenos) cambia y desaparece mientras que el Uno sin segundo dura eternamente.
- El Uno sin segundo que sustituye las triplicidades, es decir el conocedor, el conocimiento y lo conocido que son apariencias que se desenvuelven en el espacio y en el tiempo, un espejismo que esconde la Realidad que se extiende más allá y detrás de ellas.
El Sí es el Corazón. ¿ Que es el Corazón ? Es el centro del Sí. El Sí es el centro de los centros. El Corazón es el centro psíquico y no el centro físico. El Corazón es luminoso por sí mismo. La luz parte del Corazón y luego alcanza el cerebro que es la sede de la mente. El mundo es percibido por la mente, es decir gracias a la luz del Sí que en ella se refleja. Cuando la mente es alumbrada, toma consciencia del mundo. Si la mente está orientada hacia la fuente de luz, el conocimiento objetivo es abolido, y el Sí sólo permanece como Corazón resplandeciente. La luna brilla gracias al reflejo del sol. Cuando el sol se acuesta, la luna se vuelve útil para revelar la existencia de los objetos. Cuando el sol se levanta, nadie necesita más a la luna a pesar de que su pálido disco permanece todavía visible en el cielo. Igual es para la mente y el Corazón. La mente es útil en razón de la luz que en ella se refleja lo que permite ver los objetos. Cuando la mente está tornada hacia lo interno, la fuente de su iluminación brilla ella misma y la mente palidece y no sirve más para nada a semejanza de la luna en pleno día."
Ramana Maharshi
- La existencia sin comienzo ni fin, eterna.
- La existencia en todas partes, sin límites, infinita.
- La existencia sobre la cual descansan todas la formas, toda la materia y todo el espíritu. La variedad (los fenómenos) cambia y desaparece mientras que el Uno sin segundo dura eternamente.
- El Uno sin segundo que sustituye las triplicidades, es decir el conocedor, el conocimiento y lo conocido que son apariencias que se desenvuelven en el espacio y en el tiempo, un espejismo que esconde la Realidad que se extiende más allá y detrás de ellas.
El Sí es el Corazón. ¿ Que es el Corazón ? Es el centro del Sí. El Sí es el centro de los centros. El Corazón es el centro psíquico y no el centro físico. El Corazón es luminoso por sí mismo. La luz parte del Corazón y luego alcanza el cerebro que es la sede de la mente. El mundo es percibido por la mente, es decir gracias a la luz del Sí que en ella se refleja. Cuando la mente es alumbrada, toma consciencia del mundo. Si la mente está orientada hacia la fuente de luz, el conocimiento objetivo es abolido, y el Sí sólo permanece como Corazón resplandeciente. La luna brilla gracias al reflejo del sol. Cuando el sol se acuesta, la luna se vuelve útil para revelar la existencia de los objetos. Cuando el sol se levanta, nadie necesita más a la luna a pesar de que su pálido disco permanece todavía visible en el cielo. Igual es para la mente y el Corazón. La mente es útil en razón de la luz que en ella se refleja lo que permite ver los objetos. Cuando la mente está tornada hacia lo interno, la fuente de su iluminación brilla ella misma y la mente palidece y no sirve más para nada a semejanza de la luna en pleno día."
Ramana Maharshi
11/3/13
La Paz del espíritu
"Si deseas la paz del espíritu, no veas los defectos ajenos; ve mas bien los tuyos! Aprende a considerar que el universo todo entero no es diferente de ti misma; hija mia nadie es extranjero a ti: el mundo y tu misma es una misma cosa! "
Sri Sarada Devi
Sri Sarada Devi
12/12/12
El Sí Mismo
"El Sí Mismo es Silencio, imperceptible por los sentidos e inconcebible por el intelecto. Esta es la presencia absoluta que solo ES y permanece intransmutable. Mientras que todo se forma, se transforma y se deforma en el Universo, "Aquello" no muere, no nace y permanece en cada quien. Cada uno de nosotros repite sin cesar "Yo", a toda hora del día, sin inquirir sobre la fuente de éste sentimiento de ser y lo atribuye al cuerpo físico en razón de una investigación superficial del asunto. Ahora bien es todo lo contrario, la "Consciencia en Sí Misma" es decir lo que pudiésemos llamar "Consciencidad", independientemente de la "consciencia de", es en verdad el manantial invisible de todo. Esta Realización puede hacerse en el curso de la existencia y pone fin al sufrimiento que no es otro que el efecto de la ignorancia de quien somos". Ramana Maharshi
8/8/12
Oriente y Occidente
¿Tiene sentido la existencia humana? Descubrirlo, hablando en forma psíquica, es de importancia vital. C.G.Jung declara que para él, ... "el único sentido de la existencia humana parece ser pura y sencillamente encender una luz en la tiniebla del ser. Es decir crear la consciencia. El occidental busca preferentemente este sentido en la historia, contrariamente el oriental la descubre en sí mismo, la encarna en sí mismo".
"El Sí Mismo" para el oriental es una Fuente Espiritual. El objetivo de las prácticas orientales es el desplazamiento del foco del "yo" al Sí Mismo. Las relaciones cambiantes entre estas dos cantidades el "yo" y el "Sí Mismo" representan un campo de la experiencia que la consciencia introspectiva del Este ha explorado en grado sumo.
Es verdad que la cultura occidental, basada en la externalización, puede hacer desaparecer muchos males, cuya destrucción parece muy deseable y ventajosa. Pero tal como lo ha demostrado la experiencia, semejante progreso se paga demasiado caro, con una pérdida de cultura espiritual. Indudablemente, es más cómodo vivir en una casa bien ordenada y con los necesarios adelantos higiénicos, pero eso no responde a la cuestión de quién es el morador de esa casa, ni nos dice si su alma disfruta un estado similar de orden y de pureza, un estado como el de la casa que sirve para la vida externa. Una vez que se lanza en persecución de las cosas externas, el hombre jamás está satisfecho, tal como lo demuestra la experiencia, con las meras necesidades de la vida: siempre va en pos de más y más y, fiel a sus prejuicios, ese más lo busca siempre en las cosas externas. Se olvida totalmente de que, pese a todos los éxitos externos, interiormente sigue siendo el mismo, y por consiguiente se queja de su pobreza cuando posée solo un carro en vez de dos, como sus vecinos. Indudablemente, estar provisto de todo lo "necesario" es una fuente de felicidad que no hay porqué subestimar. Pero por encima de ella, y trascendiéndola, el hombre interior hace oír su clamor, que ningún bien externo puede satisfacer; y cuanto menos atención se presta a esta voz, en medio de la cacería de las "cosas maravillosas" de este mundo, tanto más se convierte el hombre interior en fuente de inexplicable mala suerte y de desdicha incomprensible, en medio de unas condiciones de vida de las que cabría esperar algo muy diferente. La externalización conduce a un sufrimiento incurable, porque nadie puede entender cómo uno puede sufrir a causa de su propia naturaleza. Nadie se sorprende de su propia insaciabilidad, sino que la considera parte de su patrimonio, sin darse cuenta de que la unilateralidad de semejante dieta para el alma le llevará, en última instancia, a desequilibrios gravísimos. Es esto lo que genera la enfermedad del occidental, que además no descansa mientras no ha contaminado el mundo entero con su voracidad y su desasosiego.
La Sabiduría y el Misticismo del Este tienen, por tanto, mucho que decirnos, siempre que puedan hablar en su propio e inimitable estilo. Están ahí para recordarnos las cosas similares que tenemos en nuestra propia cultura y que hemos olvidado, y para llamarnos la atención sobre aquello que dejamos de lado, restándole importancia: nada menos que el destino de nuestro hombre interior ... un mensaje de advertencia, dirigido a una humanidad que corre el riesgo de perderse en el caos de su inconsciencia y de su falta de control" ...
Extractos de la introducción que hizo C.G.Jung al libro de Heinrich Zimmer Der Weg zum Selbst.
"El Sí Mismo" para el oriental es una Fuente Espiritual. El objetivo de las prácticas orientales es el desplazamiento del foco del "yo" al Sí Mismo. Las relaciones cambiantes entre estas dos cantidades el "yo" y el "Sí Mismo" representan un campo de la experiencia que la consciencia introspectiva del Este ha explorado en grado sumo.
Es verdad que la cultura occidental, basada en la externalización, puede hacer desaparecer muchos males, cuya destrucción parece muy deseable y ventajosa. Pero tal como lo ha demostrado la experiencia, semejante progreso se paga demasiado caro, con una pérdida de cultura espiritual. Indudablemente, es más cómodo vivir en una casa bien ordenada y con los necesarios adelantos higiénicos, pero eso no responde a la cuestión de quién es el morador de esa casa, ni nos dice si su alma disfruta un estado similar de orden y de pureza, un estado como el de la casa que sirve para la vida externa. Una vez que se lanza en persecución de las cosas externas, el hombre jamás está satisfecho, tal como lo demuestra la experiencia, con las meras necesidades de la vida: siempre va en pos de más y más y, fiel a sus prejuicios, ese más lo busca siempre en las cosas externas. Se olvida totalmente de que, pese a todos los éxitos externos, interiormente sigue siendo el mismo, y por consiguiente se queja de su pobreza cuando posée solo un carro en vez de dos, como sus vecinos. Indudablemente, estar provisto de todo lo "necesario" es una fuente de felicidad que no hay porqué subestimar. Pero por encima de ella, y trascendiéndola, el hombre interior hace oír su clamor, que ningún bien externo puede satisfacer; y cuanto menos atención se presta a esta voz, en medio de la cacería de las "cosas maravillosas" de este mundo, tanto más se convierte el hombre interior en fuente de inexplicable mala suerte y de desdicha incomprensible, en medio de unas condiciones de vida de las que cabría esperar algo muy diferente. La externalización conduce a un sufrimiento incurable, porque nadie puede entender cómo uno puede sufrir a causa de su propia naturaleza. Nadie se sorprende de su propia insaciabilidad, sino que la considera parte de su patrimonio, sin darse cuenta de que la unilateralidad de semejante dieta para el alma le llevará, en última instancia, a desequilibrios gravísimos. Es esto lo que genera la enfermedad del occidental, que además no descansa mientras no ha contaminado el mundo entero con su voracidad y su desasosiego.
La Sabiduría y el Misticismo del Este tienen, por tanto, mucho que decirnos, siempre que puedan hablar en su propio e inimitable estilo. Están ahí para recordarnos las cosas similares que tenemos en nuestra propia cultura y que hemos olvidado, y para llamarnos la atención sobre aquello que dejamos de lado, restándole importancia: nada menos que el destino de nuestro hombre interior ... un mensaje de advertencia, dirigido a una humanidad que corre el riesgo de perderse en el caos de su inconsciencia y de su falta de control" ...
Extractos de la introducción que hizo C.G.Jung al libro de Heinrich Zimmer Der Weg zum Selbst.
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