21/9/14

El Proceso de Individuación

"Tratar con el inconsciente colectivo requiere un ego consciente sólido y una adecuada adaptación a la realidad". Toni Wolff

Carl Gustav Jung ha escrito:

"Uso el término individuación para significar el proceso por el cual una persona se convierte en un "in-dividual" en término psicológico.

Se asume generalmente que el estado de ser consciente es la totalidad del individuo psicológico. Pero el conocimiento del hecho, solo explicable hipotéticamente, de procesos psíquicos inconscientes, hace dudoso que el ego y sus contenidos sean de hecho idénticos a la totalidad.

Si los procesos del inconsciente existen de alguna manera, seguramente deben pertenecer a la totalidad del individuo aunque no sean componentes del ego consciente. Si fueran parte del ego deberían ser necesariamente conscientes porque todo aquello que está directamente relacionado con el ego es consciente. El estado de ser consciente puede incluso igualarse con la relación entre el ego y los contenidos psíquicos. Pero los hechos inconscientes están tan poco relacionados con el ego que mucha gente no duda en negar sin reservas su existencia. Sin embargo, ellos se manifiestan en la conducta del individuo: un observador atento puede detectarlos sin dificultad mientras que la persona observada sigue sin darse cuenta que está revelando sus más secretos pensamientos incluso cosas que no ha pensado conscientemente. De todas maneras es un gran prejuicio suponer que algo que nunca hemos pensado conscientemente no está en la psíque. Hay abundante evidencia que muestra que la consciencia está muy lejos de abarcar la psíque en su totalidad. Muchas cosas ocurren en la penumbra, y muchas otras más permanecen enteramente inconscientes. A través de la investigación del fenómeno de la personalidad dual o múltiple por ejemplo, se ha traido a la luz un montón de material con observaciones que prueban este punto. (Quisiera referir al lector a los escritos de Pierre Janet, Théodore Flournoy, Morton Prince y otros).

La importancia de estos hechos impresionaron mucho a la psicología médica, porque produjeron el surgimiento de toda suerte de síntomas psíquicos y psicológicos. En esas circunstancias, asumir que el ego expresa la totalidad de la psíque se ha vuelto insostenible. Al contrario, es evidente que la totalidad debe necesariamente incluir no solo la consciencia sino también el campo ilimitado de los hechos inconscientes y que el ego no puede ser más el centro del campo de la consciencia.

Naturalmente Usted preguntará si también el inconsciente posée un centro. Quisiera solo aventurarme en asumir que hay en el inconsciente un principio predominante análogo al ego. De hecho todo apunta a lo contrario. Si hubiere tal centro casi pudieramos esperar signos ajustados de su existencia. Los casos de personalidad dual serían entonces ocurrencias frecuentes en vez de raras curiosidades. Como norma, los fenómenos inconscientes se manifiestan claramente en forma caótica y asistemática. Los sueños oníricos, por ejemplo, no muestran un orden aparente ni una tendencia a la sistematización, lo que tendrían que hacer si hubiera una consciencia personal detrás de ellos ...

Sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que justo cuando la consciencia nace del inconsciente el eje ego-centro también cristaliza fuera de la oscura profundidad en la que estaba de alguna manera contenido en potencia. Así como la madre humana solo puede producir un niño humano, cuya naturaleza profunda se encuentra durante su potencial existencia dentro de ella, en su seno, del mismo modo estamos prácticamente compelidos a creer  que el inconsciente no puede ser una acumulación completamente caótica de instintos e imágenes. Debe haber algo que lo sostenga, lo mantenga junto y dé expresión a la totalidad. Posiblemente su centro no sea el ego, y esto, desde que el ego nació fuera de él a la consciencia, tratando  de dar la espalda y rehuir al inconsciente lo más posible. ¿O puede ser que el inconsciente pierda su centro con el nacimiento del ego? En tal caso considerariamos al ego superior y a larga distancia del inconsciente en lo que a influencia e importancia se refiere: el inconsciente debería entonces seguir sumisamente los pasos de lo consciente y esto sería justo lo que deseamos.

Lamentablemente, los hechos muestran exactamente lo contrario: la consciencia sucumbe muy fácilmente a las influencias del inconsciente que son a menudo más verdaderas y sabias que nuestro pensamiento consciente. También sucede con frecuencia que los motivos del inconsciente anulen nuestras decisiones conscientes especialmente en asuntos de vital importancia. Ciertamente el destino del individuo es ampliamente dependiente de factores inconscientes. ...

Normalmente el inconsciente colabora con el consciente sin fricción o perturbación de tal suerte que uno no se da cuenta de su existencia. Pero cuando un individuo o un grupo social se desvía muy lejos de sus fundamentos instintivos, experimentan el impacto máximo de las fuerzas inconscientes. La colaboración del inconsciente es inteligente y con propósito, y aún cuando actúa en oposición a la consciencia, su expresión sigue siendo de forma inteligente y de compensación como si tratara de restablecer el equilibrio perdido.

Empezaré con una breve declaración: en el inconsciente de cada hombre está escondida una personalidad feminina y en la de toda mujer una personalidad masculina. He llamado esta figura el "anima" y su contraparte en una mujer el "animus". ... Otra no menos importante y definida figura es la "sombra". Como el anima, aparece la sombra o proyectada en personas apropiadas o personificada como tal en los sueños oníricos. ... Adicionalmente a esas figuras hay aún otras pocas, menos frecuentes y menos observables ... para nombrar dos de las más conocidas citamos por ejemplo la figura del "Viejo hombre sabio" y la del "héroe".

... Si ahora volvemos al problema de la individuación, nos veremos frente a una tarea extraordinaria. La psíque consiste en dos mitades incongruentes que juntas deberían formar una totalidad. Uno se inclina a pensar que el ego-consciencia es capaz de asimilar el inconsciente, por lo menos uno tiene la esperanza que tal solución sea posible ... mismo si uno puede formarse una imágen bastante completa del anima y del animus, esto no significa que se ha sondeado las profundidades del inconsciente ... Nuestro ego-consciencia Europeo esta inclinado a desconocer al inconsciente y si la factibilidad de este no pudiere ser probada, tratamos de suprimirlo. Pero si algo entendemos del inconsciente, sabemos que no puede ser obviado. También sabemos que es peligroso suprimirlo, porque el inconsciente es vida y esa vida se vuelve en contra nuestra si es suprimida tal como ocurre en la neurosis ... que es una desunión interior, una discordia intestina cuyo mecanismo principal es la disociación.

Consciente e inconsciente no forman una totalidad cuando uno de ellos es suprimido o lesionado por el otro. Si debe haber contienda deje por lo menos que sea un combate honesto con iguales derechos para ambas partes. Los dos son aspectos de la vida. La consciencia debe defender su razón y protegerse, y a la vida caótica del inconsciente se le debería también dar la oportunidad de tener su camino ─ tanto como sea posible. Esto implica a la vez conflicto abierto y colaboración abierta. Esto evidentemente, es el camino que la vida humana debería ser. Es el viejo juego del martillo y del yunque: entre los dos, el paciente hierro es forjado en una indestructible totalidad, un "in-dividual".

Esto es toscamente lo que entiendo por proceso de individuación. Como el nombre lo muestra, es un proceso o curso de desarrollo surgiendo del conflicto entre los dos hechos psíquicos fundamentales. He descrito los problemas de este conflicto, por lo menos en sus rasgos esenciales en mi ensayo "Las Relaciones entre el Ego y el Inconsciente". Sin embargo un capítulo especial es el simbolismo del proceso, que es de la mayor importancia para la comprehensión de los estadios finales del encuentro entre consciente e inconsciente tanto en la práctica como en la teoría. Mis investigaciones durante estos últimos años se han dedicado a este tema. Resultó, para mi gran asombro, que la formación del símbolo tiene afinidades estrechas y paralelos significativos con las ideas alquímicas, especialmente con la concepción del "símbolo unificador" (anteriormente llamado símbolo reconciliador). 

 ..." Símbolo concebido como viviente, percibido como totalidad o sea que trasciende la consciencia, que traduce un fragmento esencial del inconsciente y más este fragmento es esparcido, más general es también el efecto del símbolo, ya que hace vibrar en cada quien la fibra común. ...Símbolo  que detiene la regresión de la libido en el inconsciente" ...

De que manera la armonización de los datos del consciente y del inconsciente debe ser asumida: esto no puede ser indicado como si fuera un récipe. Es un proceso de vida irracional, que en definitivas se expresa en símbolos definidos.... El conocimiento de los símbolos es indispensable porque es en ellos que la unión de los contenidos del consciente y del inconsiente es consumada. Al margen de esta unión emergen nuevas situaciones y nuevas actitudes conscientes. Por consiguiente he llamado la unión de los opuestos y el paso a las nuevas actitudes que resultan , "la función trascendente". Este "traer" a la personalidad dentro de la totalidad bien pudiera ser la meta de cualquier psicoterapia que aspire ser más que la mera cura de síntomas. La individuación coincide con el proceso de desarrollo del consciente que sale de su estado primitivo de identidad inconsciente, una ampliación de la esfera del consciente y de la vida psicológica consciente, por lo tanto es un proceso de diferenciación cuya meta es el desarrollo de la personalidad individual".

En lo que se refiere al "símbolo unificador" Jung dice en el texto "A propósito del símbolismo del mandala" :

...El objetivo de la contemplación de los procesos descritos en el mandala es ... volverse privadamente consciente de la divinidad ... Como he dicho, mandala significa círculo. Hay innumerables variantes de los motivos de los mandalas pero todos estan basados en la cuadratura del círculo. Su motivo básico es la premonición de un centro de la personalidad, una especie de punto central en lo interno de la psíque al cual todas las cosas estan conectadas, por la cual todas las cosas estan ordenadas y que es en sí mismo una fuente de energía. La energía del punto central se manifiesta en la casi irresistible compulsión y urgencia de "volver a ser lo que uno es" precisamente como cada organismo es urgido en asumir la forma que es característica de su naturaleza sean lo que sean las circunstancias. Este centro no es sentido o pensado como el ego sino, y si es que uno lo puede expresar así, como el Sí (Das Selbst). Aunque el centro es representado por el punto más recondito, está rodeado por una periferia que contiene todo lo que pertenece al Sí ─ los pares de opuestos que constituyen la personalidad. Esta totalidad primero que todo, incluye la consciencia, luego el inconsciente personal, y finalmente un largo e indefinido segmento del inconsciente colectivo cuyos arquetipos son comunes a toda la humanidad".

Marie Louise Von Franz escribió:

"Jung asemeja el retiro de las proyecciones al proceso de individuación propiamente dicho: constituyen una sola y misma cosa. Por este hecho la energía psíquica de esos contenidos antes proyectados refluye hacia el centro interior de la personalidad reforzando su vitalidad y su intensidad existencial. Ello corresponde al acto de reflexión que permite a lo esencial, a la naturaleza espiritual hasta ahora disimulada en el seno del instinto, revelarse. Y esto, debido a que solo la reflexión, el recogimiento y el conocimiento de sí permiten poner fin a las proyecciones de los contenidos inconscientes y a los enredos que suscitan. El camino hacia el Sí es restauración a un estado original, a su puesto primitivo, una renovación de la pureza, ya que el Sí posée las caracteristicas de la incorruptibilidad, de "eternidad" gracias a su preexistencia inconsciente que precede a la consciencia.

En este proceso de retiro de las proyecciones, primero viene la integración de la sombra, luego la de las potencias interiores del otro sexo, y enfin la experiencia del Sí.

La "sombra" es un nombre colectivo que reune las características muy diversas de la personalidad, del ego, que han sido reprimidas por la educación o la aversión personal; en nuestra cultura esas características son muy a menudo consideradas como inferiores, primitivas o malas.

El anima en el hombre comprende los componentes femininos tanto positivos como negativos que son generalmente reprimidos. En su aspecto positivo, el anima es intuición feminina o sensibilidad, y también el sentimiento, el eros, la incitación a la creatividad, el amor de la naturaleza, la aceptación de lo irracional. En su aspecto negativo, irritabilidad, juicios subjetivos, tendencia a quejarse, hipocondría, sentimentalidad etc...

El animus en la mujer se manifiesta positivamente en el espíritu de iniciativa, la profundidad del pensamiento, la constancia, la valentía, el sentido de la verdad religiosa. Se expresa negativamente bajo forma de opiniones tajantes e intransigentes, de brutalidad, de conductas masculinas etc...

El Sí es, esencial y sencillamente lo superior último, es sentido como la revelación "del significado de la vida", el centro interior divino del alma, la "paz interior" más allá de los conflictos, la experiencia vivida de la verdad interior absoluta, es decir el acceso a la última causa de su ser. En lo más interno de su psíque hay en el ser humano una apertura en donde algo eterno puede fluir, siempre imprevisible y siempre nuevamente conmovedor cuando ello se produce.

La individuación es un advenir del Sí (Selbstwerdung).

El proceso de individuación excluye toda imitación de otros individuos: los hombres buscan copiar por su actitud mecánica y exterior la experiencia de los que considera sus grandes maestros espirituales ... y petrifican su alma en este formalismo barato. El Sí es un espejo , un punto de referencia, un punto de Arquímedes, situado fuera de la consciencia de nuestro ego, una visión de nosotros mismos que no podriamos obtener directamente. Es por esto que la mirada arrojada en el espejo tendido por el Sí es la sola y única fuente de real conocimiento de sí. Todo lo demás no es más que reflexión narcisista del ego sobre el ego.

La individuación no excluye al mundo, lo incluye. Por un lado tenemos el proceso de unificación interior de la personalidad en el curso del proceso de individuación ; por el otro esta el proceso bien particular que acompaña siempre la individuación personal: se trata de relacionarse con algunos de nuestros prójimos. Este relacionarse no se hace a partir del ego sino a partir del centro interior trascendente que es el Sí. En el trabajo psicológico se constata a menudo que una vez realizado el retiro de las proyecciones que enceguecen y en las cuales esta enredado el hombre con las personas de su entorno humano, resulta en la mayoría de los casos no un fin de su relación con esas personas sino que por el contrario esa conexión se profundiza y se hace más veraz porque ella, ahora,  ya no descansa más sobre las aspiraciones e ilusiones del ego, sino que se funda sobre el sentimiento de estar en relación uno al otro a través de una instancia objetiva absoluta. Esto significa que es por el Sí que son entabladas las relaciones con los otros y que es Él  quien regula ajustadamente la proximidad y la distancia justa de esos lazos. Se podría calificar esto como la "función social del Sí ". Cada quien reúne a su alrededor su propia "familia del alma" un grupo de personas que no esta unida ni por el azar ni por motivos puramente egoticos, sino que obedece a un propósito espiritual más profundo y esencial que es la individuación mutua. Mientras que las relaciones fundadas sobre la proyección estan teñidas por la fascinación y la dependencia mágica. La dependencia afectiva común, contiene siempre alguna parte de proyección que se trata de retirar para el logro de sí mismo y de la objetividad. El conocimiento objetivo se sitúa más allá de los enredos afectivos y parece ser el misterio central. En este ámbito del Sí se encuentran todos aquellos a quienes pertenecemos y conmovemos el corazón y en donde "no hay diferencia, justo una presencia inmediata". No hay en la persona particular, proceso de individuación posible que no tenga al mismo tiempo por efecto lazos de esta naturaleza con el otro".

Carl Gustav Jung , Marie Louise Von Franz

Todas las Tradiciones religiosas tienen un símbolo unificador, un punto central de referencia interno. En el Judaismo parece ser la roca de Moriyá sobre la que estaba construido el Templo de Jerusalem el cual simboliza y constituye el punto de encuentro del cielo y la tierra, la elevación espiritual y la transfiguración de la materia. Símbolo viviente que une al Pueblo Hebreo y que se refiere principalmente a la vivencia interna y privada del hombre urgido de cerrar la brecha y cicatrizar la fractura.