Son muchos los aspectos que tienen que ver con la proyección del animus y del anima. Referimos aquí uno de ellos con las palabras de Marie Louise Von Franz:
"Si leemos la definición de proyección que Jung da, podremos ver que afirma claramente que no podemos hablar de proyección sino en el momento en el cual la duda apareció. Podemos entonces decir que para nosotros se trata bien de una proyección; pero, ya que ninguna duda se insinua en el interesado, no tenemos ningún derecho de hablar de su proyección. Volvamos a la definición sencilla de proyección dada por Jung en Tipos psicológicos (1). En ella leeremos que no se puede hablar de proyección sino en la medida en que la duda se ha manifestado; antes, la aserción que hay proyección no es legitima. Solo en el momento en el cual interiormente me siento inquieta es que puedo empezar a hablar de proyección, y no antes. La proyección implica que estoy completamente convencida que he salido más o menos de la participación mística o de la identidad arcaica; hasta este punto, no hay proyección.
En cuanto al observador, él duda naturalmente. Si uno toma un ejemplo actual y se imagina que X cae enamorada de Y, el observador dirá que se trata de una proyección del animus. Pero para la persona involucrada, no hay proyección y sería un error del analista desengañarla, sería contaminarla con su duda propia. Para X ese hombre es el bien amado y no una simple proyección del animus. Si dudo de ello, porque no estoy en la misma participación, no tengo de ninguna manera el derecho de envenenar al otro instilando esa duda. Debo esperar que la analizada empiece a sentir cierta inquietud, hasta que el hombre que ama no se comporte como ella lo desearía. Una vez que ese estado de inquietud se ha manifestado puedo decirle que ella ha proyectado sobre ese hombre alguna cosa que se encuentra en ella. Pero mientras el malestar no ha aparecido, no estoy en derecho de poner término a la participación al calificarla como proyección; es un error horriblemente nefasto, pero hecho constantemente. La utilización de la palabra proyección depende del estado en que estoy. Cuando dudo, puedo utilizarla, pero si ninguna duda me habita, no puedo y no debo en caso alguno utilizarla para envenenar la realidad de otra persona.
Las proyecciones mueren de su propia muerte. Bruscamente, aquello ha desaparecido, sin cooperación consciente cualquiera sea esta. Tales cosas son acontecimientos psicológicos per se. Por consiguiente puedo decir que ha habido proyección, pero esto no es más que una verdad relativa, no absoluta".
Marie Louise Von Franz
(1) "Proyección significa la expulsión de un contenido subjetivo en un objeto; es el opuesto a la introyección. En consecuencia es un proceso de desasimilación por el cual un contenido subjetivo del sujeto es marginado y es, por así decirlo, encarnado en el objeto. El sujeto se quita de encima contenidos dolorosos, incompatibles, proyectandolos; también los valores positivos, los que por una razón u otra, auto-depreciación por ejemplo, son inaccesibles para él. Proyección es el resultado de una identidad arcaica del sujeto y del objeto, pero es propiamente llamada así cuando la necesidad de disolver la identidad con el objeto ha surgido ya. Esta necesidad surge cuando la identidad se convierte en un factor molesto, cuando la ausencia del contenido proyectado es un estorbo a la adaptación y su retiro hacia dentro del sujeto se ha vuelto deseable. Desde ese momento, la identidad previa parcial adquiere el carácter de proyección. El término proyección por consiguiente significa un estado de identidad que se ha vuelto evidente, objeto de crítica, bien sea por el auto-criticismo del sujeto o el objetivo criticismo del otro" ... C.G.Jung