17/8/18

El Eje Ego-Sí Mismo. Segunda parte

"Porque mis pensamientos 
no son vuestros pensamientos ni mis 
caminos vuestros caminos dice el Eterno"
 Isaias 55:8

Lo escrito en el Antiguo Testamento tiene muchos niveles de interpretación, el que nos interesa aquí principalmente es aquel en el cual los relatos y personajes son simbólicos, referidos a procesos y fuerzas actuantes en lo interno del hombre.

En el capitulo 1 del Génesis se habla de la creación de Adam en tres tiempos:

1) "Elohim dijo: haremos Adam a nuestra imágen, según nuestra semejanza , dominarán el pescado del mar, las aves del cielo, las bestias sobre toda la tierra, todo reptil que sobre la tierra repta. Y creó Elohim a Adam a su semejanza, a semejanza de Elohim lo creó, macho y hembra los creó. Y los bendijo y les dijo Elohim: fructificad, multiplicad, llenad la tierra y conquistadla" ... "Elohim vió todo lo que había hecho, he aquí: un bien intenso. Y es tarde y es mañana: día sexto". Génesis 1:27,28,31. 

Esta es la creación de la primera humanidad.

2) "Y todo arbusto del campo todavía no había en la tierra, y toda hierba del campo todavía no había germinado, sí, el Eterno-Elohim no había hecho llover sobre la tierra, y hombre no había para labrar la tierra. Pero un vapor sube de la tierra y humedecía toda la faz de la tierra. Y el Eterno-Elohim dió forma al hombre -polvo desprendido de la tierra Adamá- e insufló en sus narices Alma de Vida: y el hombre vino a ser un Alma de Vida". Génesis 2:5,6,7.

3) "Y el Eterno-Elohim hizo caer letargo sobre Adam y durmió. Toma una de sus costillas y cierra la carne debajo. El Eterno-Elohim construyó la costilla que había tomado de Adam en mujer y la hace venir hacia Adam. Y Adam dice: "esta vez, es hueso de mis huesos, la carne de mi carne a ésta será llamada mujer (Ishá: Alef Shin-Hé). Sí del hombre (Ish: Alef-Yod-Shin) ésta es tomada". Génesis 2:21,22,23.

El tercer tiempo de la creación es aquel en el que aparece la Mujer, el cual revela un procedimiento totalmente diferente de aquel en el cual surge la primera humanidad, la del día sexto. Mientras que en éste último caso la creación de la mujer ocurría independientemente de la del hombre y de manera paralela, en este caso la Mujer fue creada después de Adam, y después que éste hubo recibido el Aliento de Vida. No solo que no fue creada independientemente del hombre y paralelamente de él, ni directamente a partir del polvo de la tierra, sino indirectamente, a partir de Adam que ya era Alma de Vida, pero dormido, de manera que fue igualmente como Alma Viviente que la Mujer apareció sobre la tierra. Como puede verse la diferencia es esencial.

El año nuevo hebreo (Rosh-Hashaná)  es la conmemoración  de la creación de Adam poseedor de Alma de Vida. Por lo tanto no nos interesa aquí la primera humanidad sino la segunda, la humanidad Adámica.

Luego vino la tentación y la caída en la dualidad, la estrechez, el exilio (Golá) y la muerte. Desde la caída -la estrechez, el exilio y la muerte se transmiten de padres a hijos hasta el día de hoy- . La última barrera para salir del exilio de Egipto es la travesía del Mar Rojo. El camino para salir del dominio de lo que representa simbólicamente Egipto y Faraón en este mundo es opuesto al curso natural de las cosas, es como remontar hacia la fuente un río caudaloso a contracorriente como lo hacen los salmones. Cada Tradición explica este proceso a su manera. En psicología analítica se trata del proceso de individuación. En la Tradición Judía la Redención final, sea ésta individual o colectiva, se hace sobre el modelo de la Salida de Egipto.

De manera muy simple podemos decir que en la Tradición Judía alma es un constructo de cinco pisos: hay cinco expresiones para designar el alma: nefesh, ruaj, neshamá, hayá y yehidá. Serían necesarios libros enteros para despejar los múltiples matices que toman estos términos en el Antiguo Testamento, en la literatura rabínica, en los escritos de los filósofos medievales, y en la Kabbalah. Basta aquí indicar que estos cinco términos no son sinónimos sino que corresponden a grados del alma bien distintos y en orden ascendente. 

Nefesh, Ruaj y Neshamá pertenecen a las manifestaciones normales del psiquismo humano. Se podría decir de manera general que:

Nefesh corresponde a la motricidad del hombre.
Ruaj corresponde a la emocionalidad del hombre.
Neshamá corresponde a la intelectualidad del hombre.

Hayá es el conocimiento de la Divinidad ilimitada sin dualidad, es un estado de anulación completo del ego, es el Amor a Dios ... "con todo tu corazón, con todo tu ser, con toda tu intensidad" Deuteronomio 6:5. Es la vivencia "únicamente Tú reconozco" . Dijo el Rabino Mendel de Kotzk: "Dios no debe ser un extranjero en tí, o sea el Dios que de toda eternidad, está en tí no debe residir ahí como extranjero a tí sino como el Otro de tu intimidad misma (tuyo). A la vez infinitamente Otro e infinitamente cercano. Y terminaba diciendo: ¿ Donde habita Dios ?  Dios habita ahí en donde se le deja entrar". Interpretamos esto en el sentido de que no debemos pensar en Dios como segunda o tercera persona sino como primera persona: Yo Mismo lo que soy cuando aparto todos los pensamientos, los acallo y queda el Silencio Interior.

Yehidá es, según palabras del Rabino Adin Steinsaltz ..."Más interior aún se encuentra el núcleo más íntimo de la Chispa Divina, que puede ser considerado como el punto de tangencia entre el alma y la esencia misma de lo Divino". Es la especificidad más particular del alma que nunca está separada de Dios.

Por otra parte, en los escritos de Hayim Vital (1543-1620) discípulo de Itzjak Luria Ashkenazí (1534-1572) se distingue  dos "categorías" de alma:

Una ligada al bien, llamada "Alma Divina" que viene directamente de las esferas de lo Divino. En el fondo de toda alma hay, podríamos decirlo así, una parte de Dios tal que es en Sí Mismo.

La otra contiene, a consecuencia de la falta de Adam, una mezcla de bien y de mal. El alma inferior, la que contiene una mezcla de bien y de mal, es llamada "alma animal" ;  también se la llama "alma vital" o "alma intelectual". Esta alma es la sede de la fuerza vital elemental. Ella es el poder  por el cual los seres humanos existen, y por el cual expresan su voluntad, sus pensamientos, sus emociones y sus acciones. Se sitúa en el ventrículo izquierdo del corazón desde donde se difunde por la sangre para nutrir y mantener el cuerpo. Este alma es un don de los padres a su hijo al aportar además del cuerpo físico, nombre y apellidos, nacionalidad, religión etc ... 

El Alma Divina llamada "Nefesh Elokit", los dos niveles  superiores, elevados y sublímes (Hayá y Yehidá)  que se retiraron cuando se produjo la caida de Adam y que desde entonces rodean el cuerpo desde "fuera" son llamados auras (Makifim-Or Makif) .  El "alma natural" llamada "Nefesh Habejamit" (Nefesh, Ruaj y Neshamá) "habita" en nuestro cuerpo físico y son llamados Luz Interna (Or Penimí).

Hayim Vital escribió: "el hombre no es su cuerpo, su cuerpo es llamado "la carne del hombre" ...  es su naturaleza interna la que es el hombre, y el cuerpo no es más que una vestimenta por la cual, mientras está en este mundo (Olam Hazzé), reviste el alma inteligente que es el hombre en sí.

Hombre en hebreo se dice "Ish" (Alef Yod Shin) y mujer se dice "Ishá" (Alef Shin Hé). Adam es el nombre que se le dió al primer hombre (Ish). Adam es un nombre como lo es por ejemplo Rafael, Simón, Pedro, etc... Es decir que Adam es un modelo, un prototipo o como dicen los científicos un paradigma.

El nombre Adam proviene de la palabra hebrea Adamá (tierra) . La raíz hebrea de Adam es "Domé" (parecer) y como fue hecho a imágen y semejanza de lo Divino (Elion) es llamado "Domé Elion" (el que se  parece a su fuente) :  O sea que Adam es el  modelo que tiene en sí los elementos más espirituales  (Nishmat Hayim) o Alma de Vida hasta los elementos más materiales (Adamá) o terrestres. Adam es un ser particular que no pertenece ni al cielo ni a la tierra, no es solo material ni solo espiritual sino ambos. Es la reunión de los contrarios. Esta es la dimensión Adámica. 

Adam se descompone en A y dam. A=Alef y dam=sangre. Es solo cuando el Alef y el dam se encuentran  que el hombre merece ser llamado Adam. Es ese encuentro, esa relación, esa conexión -en tanto que algo vivo, experiencia del alma y no concepto intelectual- la que se ha perdido con la caida. Mereceremos el nombre de Adam cuando sea restablecida: mientras tanto somos sangre (dam) y estamos en el exilio  de Egipto (Golá) . Cada aspirante a ADAM debe hacer el esfuerzo por Sí Mismo, construir el puente, mantenerlo puro y limpio, prestar atención y escuchar en su interno al Otro de tu intimidad misma, voz que no se acompaña de una tempestad que pone en peligro la vida del hombre, como esta escrito en el Libro de Reyes I 19:12 ... "después del fuego, una voz, un silencio sutil". Es la voz de un Silencio que es muy fácil de acallar, y mientras esto suceda, por más grande sea el éxito del hombre, el gozo del hombre, la importancia de su poder, su existencia no alcanzará el grado de realización  que puede darle la relación silenciosa que es el verdadero Tesoro enterrado en su propia casa. Al reconstituir este modelo Adámico el hombre sale de Egipto.

Antes de la falta, Adam vivía en un estado de inconsciente unicidad con la Divinidad y al comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal se produjo una fractura, una separación, y la caída en la vida consciente, en el espacio tiempo, en la consciencia de los opuestos (dualidad) y se produce el nacimiento del ego. Adam fue hechado del Jardin del Eden.

"El Eterno-Elohim dijo: he aquí que Adam es como uno de nosotros por conocer el bien y el mal. Ahora que no extienda su mano y tome también del árbol de la vida, coma y viva perennemente. El Eterno-Elohim lo despide del jardín de Eden para cultivar la tierra de donde ha sido sacado. Expulsa Adam y coloca en el este del jardín de Eden los Querubines y la llama de la espada que gira para guardar el camino del árbol de la vida" Génesis 3:22,23,24.

Con la falta se produjo cierta desconexión con los atributos de la Divinidad (entre ellos el de eternidad que se perdió) que pasaron a ser un "estado crepuscular" y se cae en la dualidad de este mundo (Olam Hazzé) en donde el bien y el mal están amalgamados (hay el bien del mal y el mal del bien) en donde el estado de consciencia principal es la vigilia en el cual los cinco sentidos están volcados hacia lo externo y en el que el término fatal es la muerte del cuerpo físico. Dicho en otras palabras, la caída creó un desplazamiento de la consciencia del Ser de la interioridad hacia la exterioridad, la periferia, lo superficial y lo artificial, alejándose de la esencia interna y la profundidad de las cosas. Lo mismo que el mundo en el cual vivimos (Olam Hazzé) está cerrado, invisible, para el feto en el seno de la madre justo hasta la víspera de su nacimiento, lo mismo los planos superiores de la Vida nos están cerrados e invisibles antes de la Salida de Egipto. La consciencia de estos planos superiores de Vida, de nuestro YO REAL podemos hacernos una cierta idea de ella aunque sea en forma pasiva: la conocemos como el único punto permanente que existe en nosotros y que se oculta detrás de nuestra Personalidad siempre cambiante, arrastrada por el torrente de pensamientos, sentimientos, pasiones o sensaciones que pasan por ella y que comprometen al hombre en su totalidad en actos a menudo irreflexivos que más tarde él mismo reprobará. Este punto permanente es el Árbitro imparcial que juzga en nosotros nuestros propios actos e intenciones, Árbitro cuya voz se percibe débilmente, cubierta por el griterío interno o por los acontecimientos. Pero aunque débil y pasiva esta forma evanescente de la consciencia del YO REAL es siempre justa y objetiva  ... hasta que se produce la Salida de Egipto y los polos se invierten: el ego de la Personalidad pierde totalmente su preeminencia, y la consciencia y la voz del YO REAL se vuelve clara, audible,  y sus mandatos son Ley para la Personalidad que se convierte en instrumento del Altísimo actuando en este mundo (Olam Hazzé). 

La falta de Adam es la de haber separado el mundo de arriba del mundo de abajo. La Salida de Egipto es en cierto modo un Segundo Nacimiento en el cual se produce un re-centrar de la consciencia del YO que no coincidirá más con el alma natural (Nefesh Habejamit) ni con el ego de la personalidad sino que estará centrado en un punto a medio camino entre Nefesh Habejamit y Nefesh Elokit. Este punto será el Centro de gravedad de un nuevo equilibrio el cual confiere a la consciencia del hombre que salió de Egipto, un nuevo fundamento al situarse (la consciencia) en el punto fronterizo entre el Cielo y la Tierra en donde no es ni tierra ni cielo, ni físico ni metafísico sino las dos cosas a la vez. El  lugar geométrico en donde se produce la confluencia de estos dos mundos: la máxima espiritualización de la materia y la máxima materialización del espíritu está situado en el Templo de Jerusalem, constituye un centro y si el hombre reconoce este centro exteriormente es porque lo tiene interiormente. Solo cuando este centro es vivido por la experiencia  es que juega el rol de spiritus rector en la vida cotidiana. Es el centro y totalidad de la psíque del hombre, la puerta de los cielos. 

"El Eterno-Elohim hizo germinar de la tierra todo árbol grato a la vista y bueno para comer, el Árbol de la Vida en medio del jardín y el Árbol del conocimiento del bien y del mal". Génesis 2:9

Para salir de Egipto hay que comer el fruto del Árbol de la Vida. Esto solo se puede hacer estando en este mundo (Olam Hazzé) . El Árbol de la Vida está colocado en el centro del jardín de Eden no muy lejos del Árbol del conocimiento del bien y del mal. Estos dos árboles hunden sus raíces en el mismo suelo y se alimentan de las mismas aguas y tienen la misma comida terrestre. 

Es el Alma divina (Nefesh Elokit) partícula de Dios, la que preside la creación del cuerpo nacido de una pareja humana. Esta experiencia conducida por Nefesh Elokit en condiciones determinadas en las que se atribuye una cierta autonomía a la Personalidad humana, tiene por objeto la reconstitución del modelo Adámico. La constitución de una individualidad. Y si una experiencia no ha tenido éxito, continúa haciendo otra, después una tercera y así sucesivamente hasta el éxito, hasta que se produzca la Salida de Egipto, que es la Redención, y el Hombre se transforma en Viviente. Nefesh Elokit conserva la memoria de las experiencias pasadas y por su identificación con Nefesh Elokit puede el Viviente tomar consciencia de toda la serie de experiencias precedentes. Este recuerdo no lo tiene el hombre que no ha salido de Egipto, que después de haber nacido de vientre de mujer, no sabe de donde vino ni sabe hacia donde va.

Salir de Egipto es salir de la jurisdicción de Nefesh Habejamit, de la preeminencia del ego perecedero, y pasar a la jurisdicción de Nefesh Elokit. Es el advenimiento de la Vida Eterna en el sentido de que la inmortalidad del Viviente no es una vida sin fin, en una ciudad de oro, en donde la noche no existe y en donde todo continua para siempre, sin cambio, totalmente revelado y bañado en luz. El advenimiento de la Vida Eterna es de otra naturaleza. No es un estado de perfección continua sino una vida siempre renovada como la luna misma y su ciclo, en donde es tan esencial declinar y morir (morir despierto) como devenir (el que muere despierto nace despierto). El Viviente no quiere nada para sí mismo, no desea nada por eso lo tiene todo porque tiene la seguridad (Bitajon)  de que las riendas de su vida están en las buenas manos  de Nefesh Elokit y se convierte en su instrumento. La vida se torna lógica y sensata.

El Rabino Menachem Mendel Schneerson dijo:

"La idea de Redención significa que alguien o algo esta desplazado y aguarda redención. El acto de redención lo devuelve a su lugar apropiado, al modo en que debe ser, lo contrario a exilio. El idioma hebreo, la lengua Santa, es extremadamente preciso cuando asigna un nombre: lo contrario a redención en lengua Santa es "Golá" exilio. Pero el nombre mismo de "Golá" sugiere el camino a "Gueulá": tomando la palabra "Golá" e insertando la letra Alef , la palabra "Golá" (Exilio) se vuelve "Gueulá" (Redención).

¿ Que indica el Alef ? Alef indica el Dueño del Mundo (Alufó shel Olam).

Alef es la primera letra y número. El comienzo de todo. Análogamente Dios precede a toda existencia y Él es la fuente de todo tiempo y espacio. Tal como la Alef es la base de todas las letras hebreas con las que Dios creó el Universo, cuando introducimos la Alef, Dios, en "Golá" entonces incluso antes de que tenga lugar la Redención, "Golá" (Exilio) se transforma en "Gueulá" (Redención). La Alef está en el medio, tan prominente como las letras originales -y todavía más- transforma todo el significado de las letras originales. Similarmente durante el exilio, cuando uno suscita y revela a Dios en cada aspecto de su vida, entonces, antes de llegar a la Redención final, dentro del exilio mismo, él ya está viviendo en un estado de redención, porque ha impregnado de Divinidad su vida mundana, todas sus conversaciones, emociones y actividades. Con ello se libera a sí mismo del exilio junto con todo aquello sobre lo que piensa, habla o actúa" ... ¿Y de que depende todo?  De atraer la Alef, Dios, a todas las áreas de la vida propia".

Busco un Viviente,  baquiano experimentado en los caminos, trochas y atajos, guía para salir del laberinto de Egipto y llegar a Tierra Santa.