En la Tradición judía, la "generación del desierto" es conocida como la "generación del conocimiento" (da'ath) el fruto , y no como la de la "inteligencia" (binah) que no es esencial y que puede ser nefasta para la vida de la fe. En una carta dirigida a los hassidim de Rusia, Abraham de Kalisk escribe:
"... La generación del desierto era una generación de hombres sabios y llenos del conocimiento porque temían las excesivas especulaciones. En un instante tomaban su decisión con rectitud ... Sus pies estaban firmemente plantados en ésa gran fe más alta que la razón" ...
"Rabí Leib , hijo de Sara, que erraba sobre la tierra siguiendo el curso de los ríos, dijo esto: "yo no voy a lo del maguid de Mezritch para escucharle decir la Torá, sino para ver como desata sus zapatos de fieltro y los vuelve a atar."