Me consuela pensar que allá en el bosque,
rodeado de murmullos y de aromas,
debe haber una choza abandonada
no lejos de una fuente y un camino ...
Que debe haber allí tanta quietud,
que apenas se oiga susurrar el viento,
y que tan solo el canto de los pájaros
rompa a veces el plácido silencio ...
Que allí se pueda estar como uno quiera,
sin cuidarse de nada ni de nadie,
tendido indiferente sobre el musgo,
viendo crecer las flores y los sueños.
I me gusta pensar que un día cualquiera,
por ver crecer como una rosa el alma,
hacia esa humilde choza pueda irme
y allí, solo, quedarme para siempre ...
Luis Eladio Guevara